Saber
ser un campeón en el mundo de nuestra afición es algo
complicado, no todos saben serlo. Se necesitan ciertas premisas y
condicionantes.
Hay
que saber que lo primero es partir de una buena genética y que esto
solo se consigue comprando ejemplares a criadores de reconocida
valía, que esta genética es cara y que ademas es mejor no comprar a
distancia sino ir al aviario del criador elegido. Pero ademas tenemos
que tener una idea muy clara del estándar que debe tener el pájaro
y saber discernir entre un buen pájaro y otro no tan bueno. E
incluso hay que tener ese instinto que no todos tenemos que consiste
en saber acoplar la genética o dicho de una forma prosaica, encajar
los reproductores.
Cuando
se consigue esto un campeonato esta ya mucho mas cerca, pero el
problema es mantenerse. Yo en cierta ocasión gane una medalla en un
mundial, pero en realidad aquel pájaro era de una pareja que me
regalo Vicente Ibañez y lo mismo ocurrió con algún campeonato de
España. Así que el campeón no fui yo, yo los crie y presente, pero
en realidad el campeón era Vicente. Solo cuando conseguí algún
premio años después considere que realmente los premios me
pertenecían y es que mantenerse entre los premiados a lo largo de
los años aunque sea solo con alguna medallita es lo que hace a un
buen criador campeón de verdad. Estos criadores si pueden decir que
son campeones. En Raza Española muchos criadores le han comprado a
criadores afamados como Juan Botias y pronto consiguieron premios,
pero solo unos pocos escogidos son los que años después siguen
haciendo premios y esos son los que ya si se pueden considerar
campeones.
Pues
si es difícil ser un campeón, mas difícil es estar a la
altura de un campeón. Primero reconociendo si un premio es o no
realmente fruto del trabajo o solo se debe a la adquisición de
genética y luego con las acciones que se ejecutan que pueden
enturbiar no solo los logros personales sino la verdadera
imparcialidad de los jueces. Y es que un campeón debe saber que su
sitio no es estar presente en la organización de un mundial o un
nacional, su sitio es alejado de aquel lugar o de lo contrario se
podrán en duda sus logros y lo que es peor la integridad de los
jueces.